BIENVENIDOS

"El regalo de un libro, además de obsequio, es un delicado elogio". Por ello he creado este espacio para compartir con ustedes Mi Paraíso, Mi Biblioteca, la selección de obras literarias que lo conforman. Este es mi regalo. Espero lo disfruten.


jueves, 30 de septiembre de 2010


XLVI

Vierte, corazón, tu pena

Donde no se llegue a ver,

Por soberbia, y por no ser

Motivo de pena ajena.



Yo te quiero, verso amigo,

Porque cuando siento el pecho

Ya muy cargado y deshecho,

Parto la carga contigo.



Tú me sufres, tú aposentas

En tu regazo amoroso,

Todo mi amor doloroso,

Todas mis ansias y afrentas.



Tú, porque yo pueda en calma

Amar y hacer bien, consientes

En enturbiar tus corrientes

Con cuanto me agobia el alma.



Tú, porque yo cruce fiero

La tierra, y sin odio, y puro,

Te arrastras, pálido y duro,

Mi amoroso compañero.



Mi vida así se encamina

Al cielo limpia y serena,

Y tú me cargas mi pena

Con tu paciencia divina.



Y porque mi cruel costumbre

De echarme en ti te desvía

De tu dichosa armonía

Y natural mansedumbre;



Porque mis penas arrojo

Sobre tu seno, y lo azotan,

Y tu corriente alborotan,

Y acá lívido, allá rojo,



Blanco allá como la muerte,

Ora arremetes y ruges,

Ora con el peso crujes

De un dolor más que tú fuerte,



¿Habré, como me aconseja

Un corazón mal nacido,

De dejar en el olvido

A aquel que nunca me deja?



¡Verso, nos hablan de un Dios

Adonde van los difuntos:

Verso, o nos condenan juntos,

O nos salvamos los dos!

                                                      José Martí  (De Versos sencillos).


"Autumn" Jacey Yerka



En la laguna


El viejo palpa el junco. Lo recorre

con sus yemas augustas. Y lo arranca.

Repite el ritual con otros pocos

en la laguna donde están las garzas.

Él las contempla. Su corazón tiene

un poso amargo que no toca el agua.

Pero le gusta ver sus vuelos rasos

en la serena superficie lánguida.

Con los tallos fabricará una cesta

y meterá entre paños su nostalgia

para soltarla luego a la deriva.
 
                                                                  Raúl Alonso
 
 
"La añoranza" René Magritte



domingo, 5 de septiembre de 2010


La culpa es de uno

Quiza fue una hecatombe de esperanzas

un derrumbe de algún modo previsto

ah pero mi tristeza sólo tuvo un sentido


todas mis intuiciones se asomaron

para verme sufrir

y por cierto me vieron


hasta aqui habia hecho y rehecho

mis trayectos contigo

hasta aqui habia apostado

a inventar la verdad

pero vos encontraste la manera

una manera tierna

y a la vez implacable

de desahuciar mi amor


con un sólo pronóstico lo quitaste

de los suburbios de tu vida posible

lo envolviste en nostalgias

lo cargaste por cuadras y cuadras

y despacito

sin que el aire nocturno lo advirtiera

ahi nomas lo dejaste

a solas con su suerte

que no es mucha


creo que tenes razon

la culpa es de uno cuando no enamora

y no de los pretextos

ni del tiempo


hace mucho muchisimo

que yo no me enfrentaba

como anoche al espejo
y fue implacable como vos

mas no fue tierno


ahora estoy solo

francamente

solo


siempre cuesta un poquito

empezar a sentirse desgraciado


antes de regresar

a mis lobregos cuarteles de invierno


con los ojos bien secos

por si acaso


miro como te vas adentrando en la niebla

y empiezo a recordarte.


                                          Mario Benedetti.


"El beso del adiós" Gustavo Vilchis Lopez.




domingo, 8 de agosto de 2010


No te rindas

 
No te rindas, aún estás a tiempo

De alcanzar y comenzar de nuevo,

Aceptar tus sombras,

Enterrar tus miedos,

Liberar el lastre,

Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros,

Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se esconda,

Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma

Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo

Porque lo has querido y porque te quiero

Porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,

Quitar los cerrojos,

Abandonar las murallas que te protegieron,

Vivir la vida y aceptar el reto,

Recuperar la risa,

Ensayar un canto,

Bajar la guardia y extender las manos

Desplegar las alas

E intentar de nuevo,

Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se ponga y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma,

Aún hay vida en tus sueños

Porque cada día es un comienzo nuevo,

Porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.


                                                                  Mario Benedetti.
 
 
"S.O.S." Miguel Ángel Troncoso.



viernes, 6 de agosto de 2010



Lección indispensable

 
Deja así las almohadas,

no las cubras.

Ni despereces la colcha y su jardín

de estampados ansiosos.

En él hemos jugado a ser eternos,

a recoger las mínimas migajas del placer

con que la vida quiere agasajar

nuestra bella osadía.

No importa que lo sepan:

tú yo hemos pasado

dos horas de eterno regocijo,

y nos hemos amado

como si el tiempo nos perteneciera.

Ahora llega la noche.

Te bañas y despides,

con esa sonrisa que amo tanto,

placentera, feliz, cómplice, mía.

Aquí, donde nos hemos dado tanta luz,

uno en el otro.

Yo, fundida a la ternura.

Tú, con el halago tierno

de quien se ha vuelto experto de caricias.

Conmigo has aprendido

esa alta ciencia mutua del placer

y eres converso aventajado

en esta hermosa devoción del gozo.

Vuelve mañana, amado.

Que tenemos aún mucha materia

para aprender despacio y dulcemente.

                                                       
                                                        Julieta Dobles.


Renso Castaneda Zevallos.


martes, 3 de agosto de 2010


Algunos infelices


Todos necesitamos que nos quieran.

Algunos infelices, sin embargo,

no sabemos vivir para otra cosa.

                                                  Amalia Bautista.


"Anima animus" Mary Jane Ansel.


jueves, 29 de julio de 2010


Contraofensiva

 
Si a uno


le dan


palos de ciego


la única


respuesta eficaz


es dar



palos


de vidente.


                              Mario Benedetti.

"Desacuerdo" Miguel Ángel Troncoso.


miércoles, 28 de julio de 2010


"Mujer comiendo sandía" Francisco Javier Rodriguez Vega.


A Dieta 

 
Me acosté sin cenar, y aquella noche

soñé que te comía el corazón.

Supongo que sería por el hambre.

Mientras yo devoraba aquella fruta,

que era dulce y amarga al mismo tiempo,

tú me besabas con los labios fríos,

más fríos y más pálidos que nunca.

Supongo que sería por la muerte.

                                                  Amalia Bautista.
 

sábado, 24 de julio de 2010


La casa vacía.


Nadie más en la casa.

Un frío, un silencio que prolonga

las paredes. La luz ardiendo

al fondo de la sala. Una mesa

con varios libros

—todos de poemas—.



Se sienta. Abre

el de todos los días, acaricia

con sus dedos la página. Lo cierra.



Se pone en pie. Pasea. Redescubre

las estancias vacías,

la oscuridad que nubla los objetos.

Ciegos, como él, ciegos.



Escucha

la nada tan de cerca,

la voz del miedo,

el tic tac de ningún reloj,

la ausencia,

el ruido de las sombras.



Vuelve por el pasillo

—un destello de nadie

atraviesa la ventana, la luz

es frágil un momento—. Cruza

el umbral de la puerta del salón,

avanza hacia la mesa. Coge

el mismo libro de poemas. Busca

la misma página de antes.



Mientras recita

con su apagada voz,

una lágrima vierte

como sombra nacida de otra sombra.



Nadie le escucha.

                                   Rubén Martín Díaz.


 "Portrait of a Man Holding a Book" Rogier van der Weyden.

viernes, 23 de julio de 2010


Si


 Si guardas en tu puesto, la cabeza tranquila,

cuando todo a tu lado es cabeza perdida.

Si tienes en ti mismo una fe que te niegan

y no desprecias nunca, las dudas que ellos tengan.




Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.

Si engañado, no engañas,

Si no buscas mas odio, que el odio que te tengan...




Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres,

Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.

Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo.

Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.




Si tropiezas el triunfo, si llega tu derrota,

y a los dos impostores les tratas de igual forma.

Si logras que se sepa la verdad que has hablado,

a pesar del sofisma del orbe encanallado.




Si vuelves al comienzo de la obra perdida,

aunque esta obra sea la de toda tu vida.

Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría,

tus ganancias de siempre, a la suerte de un día,

y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,

sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.




Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,

aun después de su fuga, de tu cuerpo en fatiga,

y se agarren contigo cuando no quede nada,

porque tú lo deseas y lo quieres, y mandas.




Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.

Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.

Si nadie que te hiera, llegue a hacerte la herida,

Si todos te reclaman y ninguno te precisa.




Si llenas un minuto envidiable y cierto,

de sesenta segundos que te lleven al cielo....

Todo lo de esta tierra, será de tu dominio,

y mucho mas aún,

serás hombre, hijo mío.

                                             Joseph Rudyard Kipling
 
"Amor de madre" Mariela Mónica Montes.


miércoles, 21 de julio de 2010


LOS AMIGOS.


En el tabaco, en el café, en el vino,

al borde de la noche se levantan

como esas voces que a lo lejos cantan

sin que se sepa qué, por el camino.



Livianamente hermanos del destino,

dióscuros, sombras pálidas, me espantan

las moscas de los hábitos, me aguantan

que siga a flote entre tanto remolino.



Los muertos hablan más pero al oído,

y los vivos son mano tibia y techo,

suma de lo ganado y lo perdido.



Así un día en la barca de la sombra,

de tanta ausencia abrigará mi pecho

esta antigua ternura que los nombra.

                                                        Julio Cortázar.


"Compañeros, amigos y socios" Iván Darío Hernández.



martes, 13 de julio de 2010


"El hombre de Vitruvio" Leonardo Da Vinci.


La mecánica cuántica del cuerpo.


Cuántas veces quedamos como absortos

ante la inmensidad con que nos sobrecoge

un mar embravecido, un mar en calma,

un celaje de fuego cuando el atardecer,

una gota en la brizna de hierba en la aurora,

una noche en que vemos brillar estrellas muertas,

la magia omnipotente de romper

a través de una lágrima la luna,

deshilachada en una titilante

maraña de agua y plata.

 
Todo eso que ves eres tú mismo:

desfiladeros, valles, océanos, montañas,

bosques umbríos, selvas devastadas.

Todo eso te habita:

humores, vísceras, arterias,

estructuras calcáreas,

flujos, irisaciones

de un magma único e infinito.

 
Eres un universo.

 
Miras el Universo

y en él te reconoces.

                             Juan Peña.



viernes, 9 de julio de 2010


Leandro Lamas.

Ustedes y nosotros

Ustedes cuando aman

exigen bienestar

una cama de cedro

y un colchón especial,

nosotros cuando amamos

es fácil de arreglar

con sábanas qué bueno

sin sábanas da igual.



Ustedes cuando aman

calculan interés

y cuando se desaman

calculan otra vez,

nosotros cuando amamos

es como renacer

y si nos desamamos

no la pasamos bien.



Ustedes cuando aman

son de otra magnitud

hay fotos chismes prensa

y el amor es un boom,

nosotros cuando amamos

es un amor común

tan simple y tan sabroso

como tener salud.

Ustedes cuando aman

consultan el reloj

porque el tiempo que pierden

vale medio millón,

nosotros cuando amamos

sin prisa y con fervor

gozamos y nos sale

barata la función.

Ustedes cuando aman

al analista van

él es quien dictamina

si lo hacen bien o mal,

nosotros cuando amamos

sin tanta cortedad

el subconsciente piola

se pone a disfrutar.

Ustedes cuando aman

exigen bienestar

una cama de cedro

y un colchón especial,

nosotros cuando amamos

es fácil de arreglar

con sábanas qué bueno

sin sábanas da igual.

                       Mario Benedetti.