BIENVENIDOS

"El regalo de un libro, además de obsequio, es un delicado elogio". Por ello he creado este espacio para compartir con ustedes Mi Paraíso, Mi Biblioteca, la selección de obras literarias que lo conforman. Este es mi regalo. Espero lo disfruten.


martes, 26 de julio de 2011


Rosa de fuego
Tejidos sois de primavera, amantes,
de tierra y agua y viento y sol tejidos.
La sierra en vuestros pechos jadeantes,
en los ojos los campos florecidos,

pasead vuestra mutua primavera,
y aun bebed sin temor la dulce leche
que os brinda hoy la lúbrica pantera,
antes que, torva, en el camino aceche.

Caminad, cuando el eje del planeta
se vence hacia el solsticio del verano,
verde el almendro y mustia la violeta,

cerca la sed y el hontanar cercano,
hacia la tarde del amor, completa,
con la rosa de fuego en vuestra mano.

                                                             Antonio Machado


Vladimir Kush



jueves, 30 de septiembre de 2010


XLVI

Vierte, corazón, tu pena

Donde no se llegue a ver,

Por soberbia, y por no ser

Motivo de pena ajena.



Yo te quiero, verso amigo,

Porque cuando siento el pecho

Ya muy cargado y deshecho,

Parto la carga contigo.



Tú me sufres, tú aposentas

En tu regazo amoroso,

Todo mi amor doloroso,

Todas mis ansias y afrentas.



Tú, porque yo pueda en calma

Amar y hacer bien, consientes

En enturbiar tus corrientes

Con cuanto me agobia el alma.



Tú, porque yo cruce fiero

La tierra, y sin odio, y puro,

Te arrastras, pálido y duro,

Mi amoroso compañero.



Mi vida así se encamina

Al cielo limpia y serena,

Y tú me cargas mi pena

Con tu paciencia divina.



Y porque mi cruel costumbre

De echarme en ti te desvía

De tu dichosa armonía

Y natural mansedumbre;



Porque mis penas arrojo

Sobre tu seno, y lo azotan,

Y tu corriente alborotan,

Y acá lívido, allá rojo,



Blanco allá como la muerte,

Ora arremetes y ruges,

Ora con el peso crujes

De un dolor más que tú fuerte,



¿Habré, como me aconseja

Un corazón mal nacido,

De dejar en el olvido

A aquel que nunca me deja?



¡Verso, nos hablan de un Dios

Adonde van los difuntos:

Verso, o nos condenan juntos,

O nos salvamos los dos!

                                                      José Martí  (De Versos sencillos).


"Autumn" Jacey Yerka



En la laguna


El viejo palpa el junco. Lo recorre

con sus yemas augustas. Y lo arranca.

Repite el ritual con otros pocos

en la laguna donde están las garzas.

Él las contempla. Su corazón tiene

un poso amargo que no toca el agua.

Pero le gusta ver sus vuelos rasos

en la serena superficie lánguida.

Con los tallos fabricará una cesta

y meterá entre paños su nostalgia

para soltarla luego a la deriva.
 
                                                                  Raúl Alonso
 
 
"La añoranza" René Magritte



domingo, 5 de septiembre de 2010


La culpa es de uno

Quiza fue una hecatombe de esperanzas

un derrumbe de algún modo previsto

ah pero mi tristeza sólo tuvo un sentido


todas mis intuiciones se asomaron

para verme sufrir

y por cierto me vieron


hasta aqui habia hecho y rehecho

mis trayectos contigo

hasta aqui habia apostado

a inventar la verdad

pero vos encontraste la manera

una manera tierna

y a la vez implacable

de desahuciar mi amor


con un sólo pronóstico lo quitaste

de los suburbios de tu vida posible

lo envolviste en nostalgias

lo cargaste por cuadras y cuadras

y despacito

sin que el aire nocturno lo advirtiera

ahi nomas lo dejaste

a solas con su suerte

que no es mucha


creo que tenes razon

la culpa es de uno cuando no enamora

y no de los pretextos

ni del tiempo


hace mucho muchisimo

que yo no me enfrentaba

como anoche al espejo
y fue implacable como vos

mas no fue tierno


ahora estoy solo

francamente

solo


siempre cuesta un poquito

empezar a sentirse desgraciado


antes de regresar

a mis lobregos cuarteles de invierno


con los ojos bien secos

por si acaso


miro como te vas adentrando en la niebla

y empiezo a recordarte.


                                          Mario Benedetti.


"El beso del adiós" Gustavo Vilchis Lopez.




domingo, 8 de agosto de 2010


No te rindas

 
No te rindas, aún estás a tiempo

De alcanzar y comenzar de nuevo,

Aceptar tus sombras,

Enterrar tus miedos,

Liberar el lastre,

Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros,

Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se esconda,

Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma

Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo

Porque lo has querido y porque te quiero

Porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,

Quitar los cerrojos,

Abandonar las murallas que te protegieron,

Vivir la vida y aceptar el reto,

Recuperar la risa,

Ensayar un canto,

Bajar la guardia y extender las manos

Desplegar las alas

E intentar de nuevo,

Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se ponga y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma,

Aún hay vida en tus sueños

Porque cada día es un comienzo nuevo,

Porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.


                                                                  Mario Benedetti.
 
 
"S.O.S." Miguel Ángel Troncoso.



viernes, 6 de agosto de 2010



Lección indispensable

 
Deja así las almohadas,

no las cubras.

Ni despereces la colcha y su jardín

de estampados ansiosos.

En él hemos jugado a ser eternos,

a recoger las mínimas migajas del placer

con que la vida quiere agasajar

nuestra bella osadía.

No importa que lo sepan:

tú yo hemos pasado

dos horas de eterno regocijo,

y nos hemos amado

como si el tiempo nos perteneciera.

Ahora llega la noche.

Te bañas y despides,

con esa sonrisa que amo tanto,

placentera, feliz, cómplice, mía.

Aquí, donde nos hemos dado tanta luz,

uno en el otro.

Yo, fundida a la ternura.

Tú, con el halago tierno

de quien se ha vuelto experto de caricias.

Conmigo has aprendido

esa alta ciencia mutua del placer

y eres converso aventajado

en esta hermosa devoción del gozo.

Vuelve mañana, amado.

Que tenemos aún mucha materia

para aprender despacio y dulcemente.

                                                       
                                                        Julieta Dobles.


Renso Castaneda Zevallos.


martes, 3 de agosto de 2010


Algunos infelices


Todos necesitamos que nos quieran.

Algunos infelices, sin embargo,

no sabemos vivir para otra cosa.

                                                  Amalia Bautista.


"Anima animus" Mary Jane Ansel.